Toro descarrila locomotora que iba a Mar del Plata

Era una noche de invierno - comienza la crónica, que no era la Crónica TV sino la vespertina - y el bravo Toro no entendía qué pasaba con la Vaca. Holando Argentino ella, aun sufriendo que la Máxima sea princesa y ella solo una Mínima expresión de deseos, esa noche ante Toro, Sentado, le narró sus penas.
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Ella se pidió una pomelo Paso de los Toros light, porque estaba hecha una vaca. El solo pidió un vaso de leche. Si bien había pensado en una noche de Lujuria y Pasión (las otras dos vacas del pueblo), a la luz de la luna y del farolito de la calle San Martín (en todos lados hay una calle San Martín), saboreando mutuamente Concha y Toro, nada de eso fue posible. Ya se lo había dicho su primo Benicio, las vacas son todas gatas floras, primero te tiran onda y después no te dicen ni muuuú.
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- "La cosa no va, Torito... vo só re bueno, vistes, pero todos saben que sos capón y cornudo"
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Toro no aguantó más, se fue caminando hasta General Guido llorando sus penas. No quería encontrarse con nadie, sabía que su estado violento podría hacer que se pelease con cualquiera por cualquier motivo.
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Toro Viejo, el choborra del pueblo trató de darle sabio consejo, pero Toro Sentado no quizo tomarlo.
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- "Gracias por el consejo, pero hoy estoy terrible, soy capaz de boxearlo al mismo "Locomotora" Castro.
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Y así fue, de la bronca se paró sobre la vías, y espero al "Locomotora" Castro. Le habían dicho que el tren no pasa dos veces en la vida. Cuando llegó hizo descarrilar la locomotora pa que vean quien es él. La Locomotora quedó tirada. Y Castro estaría en Cuba, recuperándose.