¿Lobo está?

Era ya la hora del partido. Los chicos que venían de la escuelita 12 de la Boca llegaron en el micro trucho que les prestó el papá de uno de ellos que tiene una compra - venta de usados, dicen los pibes que es el ma criminal de los papis de los alumnos de este colegio. Los chicos de la escuelita de La Plata, los Gimnastas, estaban en el vestuario esperando el momento de la verdad.

Meses atrás había empezado el partido, y los locales, unos pendejitos aguerridos, luchadores, enfrentaron al agrandado equipo de la Capital que venía con su invicto a cuestas, con mucho temple, mucho ahínco (o sea, mucho huevo). Ganaban 1 - 0 con un gol del centrodelantero local, conocido por como Silva.

En el entretiempo, el papá de uno de los pibes Gimnastas, desubicado, se le acercó al árbitro y le dijo “Sos un pelado botón”. “Pelado sí, pero botón no, todo caso seré cierre relámpago” - pensó el árbitro sargentón, que hizo un escándalo atroz e hizo que el partido se suspendiese, y se cierre en forma relámpaga la noche.

Un cuatrimestre después se decidió terminar el partido. Fue la desición del capo de la "cossa suya" quien dio la orden que sumisos aceptaron sus socios mientras comían una gron dona recíen cocida. Algunos chicos ya habían egresado, otros habían sido expulsados por mala conducta. Los Estudiantes de otro colegio ahora competían cabeza a cabeza con los de la escuela 12 de la Boca por el torneo junto con un afamado y peligrosso equipo de Nuñez. Y eran los Estudiantes eternos rivales de esos chicos Gimnastas. Los papis de estos últimos, algo sacados, reunieron a sus hijos antes del partido y les dijeron, casi a modo de charla técnica:

“Les vamos a contar un cuentito, casi una anécdota, una historia verídica, que nos narró nuestro vidente, muy próxima a ocurrir: Había una vez, una niñita con una linda Boquita que iba a visitar a una abuelita que aun era Estudiante de crochet. La niñita quería comerse a la abuelita, era así medio glotona y canibal, pero el buen Lobo Gimnasta debía evitarlo; Así el Lobo fue, corrió a la abuelita Estudiante, que ninguna oposición puso, y se acomodó en la cama ocupando su lugar. Cuando llegó la niñita de la Boquita, golpeó la puerta, y entró. Pero ocurrió entonces que detrás de una barra, unos oscuros cazadores apuntaban las piernitas del Lobo Gimnasta para que no se coma a la niña de la Boquita, o se quedaría sin patitas… El Lobo, temeroso, hizo entrar a la niñita, le dio su canastita, y bien que se la llenaron. Después de hacerse caquita por las patitas, el Lobo fue amenazado por uno de los cazadores, quien le dijo: "Ni se te ocurra hablar: los Lobos son animales, no hombres, entonces no pueden hablar.". ¿Les gustó el cuentito? ¿Lo entendieron?”

Los chicos no son tontos. Aunque a veces se hagan. Habían entendido el mensaje poco cifrado. Si los Estudiantes eran campeones, otra vez sopa, otra vez burlas, otra vez... Sus padres eran muy violentos. Demasiado. Y aun hay mucha violencia. Pero nadie se mete a cuidar de los chicos, porque hay miedo a los padres, y porque las cosas privadas quedan en el ámbito de lo privado, y porque es muy dificil probar la existencia de violencia familiar, y... porque sí, porque no, porque... raca-taca taca, raca-taca, taca...

Mientras, las maestras, pelotudísimas ellas, junto con directores y celadores, brutos, ciegos, sordos, mudos…, como que nada pasaba. Los chicos de la escuela 12 de la Boca salieron a pasear contra los ex aguerridos Gimnastas, lobos devenidos en corderos. Se sospecha que los chicos de la escuela 12 sabían de violencia, por eso no les gritaron los 4 goles que les hicieron; pero nada dijeron, solo silencio. ¿Podían hacer otra cosa, debieron hacer otra cosa?

Silencio en la noche.

¿Lobo está?

No. Lobo no está. Parece que está en terapia. Y sus padres, y otros tantos, tienen las pelotas manchadas.