Desde una ambulancia abandonan persona

Una médica, el chofer y un asistente fueron detenidos luego de abandonar a una persona en un camino oscuro en plena noche.

La noche había caído. De la caída se había fracturado un par de costillas, y requería atención médica. Fue así que casualmente se transformó en testigo de estos hechos. Estaba sentada en la guardia cuando llegó un hombre que venía muy lastimado.

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Según contaran después fuentes asépticas, el mismo provendría de una riña en una plaza, aunque otras fuentes no tan confiables habrían dejado trascender que el problema no fue en una plaza sino en dos plazas, y con colchón de resortes.

El médico de guardia, luego de atender al guardia, tomó cartas en el asunto. Justo sacó el cuatro de copas y tuvo que ir él a atender al paciente recién ingresado, que había tomado, mínimo, cuatro copas de más.

- “Beodo” - fue el inmediato diagnóstico del facultativo
- “Sí, veo (t)odo dotor…, me duele acá…” - fue la inesperada respuesta del paciente
- “Tomografía… - le insinuó el médico a la enfermera como opción primaria de atención para el enfermito
- “No, grafía no tomé, vino tomé, guiski tomé, ginebra tomé y santo tomé - terminó diciendo mientras miraba la estampita del Santo que le acercaba una viejita canosa que estaba cerca.

La orden fue inmediata. Traslado al Hospital de Moreno a hacerse el estudio solicitado. Camilla y de allí a la ambulancia. Desde allí fueron por el camino de la Ribera hasta que encontraron el lugar ideal para detenerse. En medio de la noche, que finalmente salió de testigo, sacaron al hombre de la ambulancia y lo tiraron al costado del camino.

Un patrullero que estaba estacionado no podía creer lo que estaba viendo. Ni el patrullero ni sus ocupantes. Luego de estar dando vueltas por la zona patrullando, se detuvieron ya que de tantas vueltas que habían dado se habían mareado. Al ver la posible comisión de un delito, fueron prestos a detener a sus ocupantes. La policía no dejó trascender qué contaron los ocupantes de la ambulancia. Se ampararon en que era secreto lo que les comentó al respecto el comisario Don Mario Paul Izonte, y debían respetar el secreto de su Mario.

Sin embargo trascendió que la médica habría dicho que el médico fue el que le indicó que había que eliminar alcohólico. Pequeño detalle, el médico sólo quería eliminar al cólico.