Muro fronterizo

Un alto prelado, alto y pelado, del Vaticano denunció un plan estadounidense para construir nuevas murallas en la frontera con México, calificándolo como "inhumano" y comparándolo con el muro de Berlín.

.

“Hacer cercas no los acercan a Dios” - habría dicho mientras desayunaba un desayuno continental (otra radio no captaba) de la hostia.

"Debo señalar que, en un mundo que recibió con alegría la caída del muro de Berlín, y la caída del muro de Gualeguaychú, otros están siendo levantados entre vecindarios y vecindarios, ciudades y ciudades, naciones y naciones, casas y casas, tribunas y tribunas, despachos y despachos", habría indicado durante una conferencia de prensa para presentar el mensaje anual del Papa Benedicto XVI sobre los inmorales y decadentes inmigrantes, y donde presentaría la nueva Encíclica Papal "Si la Inquisición fue Santa debemos orar por ella", mientras comía un emPAREDado con pre mura, junto al Dany, un empresario de radio y TV, Bernie, un dinosaurio bastante huevón y Abelardo, un ex comisario e intendente bonaerense.

“La cosa así no va - se quejaba un ambientalista junto a otro monoambiente que pescaban en el Río Uruguay antes de que muten los pecesitos - en el Vaticano están a favor del Uruguay porque defienden a Fray Bentos, que es más eclesiástico y menos carnavalezco que nosotros” “No es verdad - se defendió un charrúa que casualmente estaba tomando mate en la vera del río. Queremos la hermandad y la igualdad, ustedes tienen la comparsa Papelitos y nosotros las comparsas Papeleras. Ahora con la mediación del Rey de España, calculo que todo se va a solucionar: la pastera finlandesa se volverá a casa y solo quedará la de capitales ibéricos”.

En México, mientras tanto, el sindicato de desocupados e inmigrantes ilegales celebró la construcción del muro. “Todos saben que este tipo de trabajo lo hacen los mexicanos, además de negros y latinos, eso dará más fuentes de trabajo” comentaba asimismo el profesor Jirafales a sus alumnos.

Desde la Santa Sede, mientras tanto señalan al bajísimo (en contraste con el Altísimo) como el truhán que, encarnado en Bush hijo, decidió crear ese muro discriminatorio. “Le pedimos a Bush hijo de su padre y madre que no construya el muro, y nos mandó a llorar a la iglesia y al Muro de los Lamentos, no pudimos hacer nada, era como hablarle a una pared”.

.

"Ojo, mucho ojo, empiezan en México y terminan poniéndonos a nosotros entre la espada iraní y la pared hasta donde nos dejarán hacer. - acusaba Castells junto a D´Elía - Mucho ojo o les hacemos un piquete, de ojos..."