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sábado, 12 de abril de 2008

Los Juegos Olímpicos y los 4 Fantásticos

Elda Lai, admiradora incondicional del Dalai Lama, y representante tibetana en estos pagos, fue contundente en su reclamo: “Hay que boicotear los juegos Olímpicos de Beijing, que los chinos devuelvan el Tíbet, carajo”. Su misión era apagar la antorcha olímpica como modo de que la opinión pública pueda saber de los reclamos tibetanos.


Pero la cosa no era fácil. Enterados de lo sucedido en Francia y otros lares, la Antorcha, en esta oportunidad, vino acompañada del Hombre de Piedra o la Mole, la Mujer Invisible y de Mister Fantástico, el Hombre de Goma. Sí señó, estaban los 4 Fantásticos en la Argentina.

Monjes tibetanos, junto a Pepe Monje y Aldo Monges armaron un piquete junto a la Federación Agraria y Castells. “La onda son los piquetes ahora”, comentaban, mientras la Momia, Benito Durante, Rubén Peuccelle, Pepino el Payaso y Mercenario Joe, junto a otros integrantes de la trouppe de Martín Karadagián, repatían piquetes de ojos a los periodistas presentes, quienes inmediatamente acusaron al gobierno por piquetearlos y por ponerles un Observatorio de Medios. “Esto es un ataque a la libertad de prensa y a la memoria de Libertad Lamarque” acusaban desde un Noble multimedios.

Los 4 Fantásticos ya habían ingresado al país. La Mole, el Hombre Piedra, fue con la Mole Moli a la cancha y se arrojó, junto a otras piedras, encima del defensor del equipo visitante que había groseramente fauleado al “Chino” Garcé, como un modo de defender a los chinos boicoteados por tibetanos rebeldes. Mister Fantástico, el Hombre de Goma, se hizo tirar… el cuerito (que, claro está era de goma…) en un antro lleno de camareras vestidas muy livianamente, acaso por el calor del recinto. La Mujer Invisible, pasaba una y otra vez por la aduana, valijas. La Antorcha, mientras tanto, al enterarse de que querían apagarla, estaba que echaba fuego, según nos informó Llamas de Madariaga.

Finalmente llegó el día y la Antorcha hizo un city tour mientras miraba su reloj CitiZen, para hacer el recorrido en el tiempo planificado previamente. Hasta llegar finalmente a Palermo, finalizando su recorrido con éxito. Todo les salió como había sido planeado. Los tibetanos que luchan por los derechos humanos inexistentes en el Tíbet, no lograron su objetivo: apagar la antorcha; pero lograron hacer saber a muchos, en Argentina y en el mundo entero, que las cosas no están funcionando bien en su tierra, por el respeto y la libertad que allí no existen, y que reclaman por lo que les corresponde.

Más tarde, acabada la jornada, los 4 Fantásticos se fueron. Misión cumplida. El Hombre de Piedra, se fue caminando por la Av. Roca. El Hombre de Goma se borró. La Mujer Invisible se metió en el vestuario de Estudiantes de La Plata para ver a la Brujita Verón. Y la Antorcha se fue, presto, al recital de la Mancha de Rolando. Cuando llegó, se le rindió un homenaje por parte de la banda y del público presente, quienes les cantaron al ritmo de “Arde laaá ciudaaaad…”

Elda Lai, en rueda de prensa, finalizó diciendo que “todo bien con los Juegos Olímpicos y su espíritu, pero lo del Tíbet no es cuento chino. O acaso lo es?”