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viernes, 31 de octubre de 2008

Maradó: La elección de Don Culito

- Padrino, ha renunciado Don Alfio.
- Otro fracaso, Madonna santa – gruñó Don Culito Gron Donna, mientras escuchaba el último CD de la diva del pop, cacheteándose su pachorrienta papada.
- Don Cúlio, tenemos que buscar otro Director Técnico para la Selección Nacional.

Don Cúlio no dijo nada. ¿Para qué? ¿Para qué hacerlo? ¿Para confirmar la estaba rodeado de gente que le decía lo obvio sin aportar nada que pudiese ser determinante? ¿O porque consideraba mejor el silencio para encontrarse con sus pensamientos más profundos? ¿O acaso porque tenía la boca llena de cerveza y manises??

Desde el exterior del edificio de la AFA, todo era un enigma. Miles de fieles e infieles se agolpaban en la puerta del edificio de la calle Viamonte esperando LA noticia, la única, la necesaria, la insustituible ¿Quién sería el sucesor de Alfio Basile? ¿Quién haría que el equipo no Vacile más? ¿Acaso Russo? ¿Gallego? ¿Bianchi? ¿Maradona? ¿Simeone? ¿Batista? Ansiosa la prensa nacional e internacional aguardaba la revelación del misterio, la apertura de los siete sellos con los que se estaba guardando Don Cúlio la develación de la noticia, a la espera de que comenzara a salir humo blanco de las ventanas de las oficinas del presidente de la Asociación del Fútbol Argentino.

De repente, ocurrió… Humo blanco, “Habemus Técnicus…” gritaba la horda embravecida, los canales de televisión mandaron urgente al cuerno la novela de la tarde y otros programas pedorros que había en esos momentos en el aire y mandaron en cadena la transmisión de LA noticia que cambiaría a la Argentina toda, por encima de otros temitas como la inseguridad, la Marcha del Orgullo Gay y la caída de las bolsas del mundo. Pero no… era Don Culio que se había asomado fumando a la ventana a tomar un poco de aire, para lo cual se había acercado a la misma con un vaso con cubitos.

Hubo que esperar, hasta que finalmente la noticia salió a luz: “Lo de Russo y lo de Gallego no fue porque no querían ni un ruso ni un gallego, querían un argentino, – nos contó un allegado que ha llegado luego de que terminara la reunión – lo de Batista tampoco era posible a pesar de ser campeón de la Medalla de Oro en Beijing, y trascendió que sería porque Don Cúlio quiso tener guerra con la hermana del Checho, con Teresa Batista que estaba cansada de guerra. Simeone fuera del tarro, así que tampoco. La elección era Bianchi o Maradona.

Que debió primar al momento de la elección por las autoridades de la AFA: ¿Primó la amplia experiencia del Diego dirigiendo clubes como el desaparecido Mandiyú y Racing Clú por sobre los 15 títulos nacionales e internacionales logrados por Bianchi en Vélez y Boca? ¿Primó el conocimiento de táctica y estrategia del ex mejor jugador de fútbol que se recuerde por sobre el conocimiento de táctica y estrategia del ex excelente delantero argentino? ¿Primó haber sido el Diego campeón del mundo con la Selección Argentina como jugador en el año 1986 por sobre Carlos que nunca lo fue? ¿Primó no meterse el Padrino en kilombos con Diego que viene pidiendo pista? ¿Qué primó?

La misma fuente que nos chimentó antes, fue contundente en los motivos de Don Culito: “Bianchi tiene el celular de Dios, ya lo demostró. Pero Diego, es Dios.”

Dios proveerá.