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sábado, 12 de julio de 2008

Expocarpa - Camping Plaza Congreso

A SerApio del Campo, alumno regular del Instituto Hermanas de la Milagrosa Siembra, no le importó un rábano que la maestra ejerciera, acaso ilegítimamente, retensión de las dos sojas de la prueba. Con su novia, bailarina y porrista, armaron un porrito, y se fueron a la plaza más cercana, la Plaza Congreso.

Al llegar, no encontraron lugar. Las carpas pro-retensiones (pero no del PRO), anti-retensiones, y otras nada-que-ver-con-nada-ni-siquiera-con-las-retensiones, se desplegaban cual exposición:

Ford Argentina instaló dos carpas, para quedar bien con todo el mundo: la carpa K, donde promocionaban el nuevo Ford Ka, con más espacio para hombres, pro Cristina, y la carpa Fiesta, con la presentación del nuevo Ford Fiesta Rural, para toda la familia, de los ruralistas; los campesinos y trabajadores rurales no necesitan de tanto lujo.

También apareció la carpa de los admiradores del ex corredor de Formula Uno, Nelson Piquet, los piqueteros, que, sin embargo, impedían el acceso a la misma con un piquete en la misma puerta de la carpa. Quien lograba, aun así, ingresar a la carpa, recibía un piquete de ojo bajo normas IRAM, normas Karadajián y Normas Aleandro y Pons, que supervisaban todo.

La carpa Racing Clú era una de las mejores, ya que, a pesar de las críticas, era de primera.

Mientras en la carpa del macrismo repartían folletos explicando claramente porque los caceroleros no son para nada tontos al reclamar en favor de los del campo en vez de reclamar por el tarifazo impositivo a los porteños, Quebracho instaló una carpa en donde repartían piedras, baldosas, palos, cuchillos y bombas molotov.

Dos chicos con las manos en los bolsillos, en los propios bolsillos, también hacían carpita mientras miraban embelezados a un chico y una chica que miraban Expocarpa.

La carpa Benedicta se instaló en la zona más rica de la Plaza, en un lugar de la hostia, pidiendo a los fieles que oren por la paz, y a los infieles que se confiesen o se van al infierno junto a Copérnico, los putos, las travestis y demás herejes.

Al lado, Lilita instaló su carpa junto a Luis Majul, quien la entrevistaba con sus punzantes preguntas: “Lilita, ¿pensás que Cristina y Néstor duermen juntos en la cama a la noche?, ¿Te parece bien que Cuestión de Peso no te haya convocado? o ¿porqué toqueteás tanto ese crucifijo?”

Mientras un grupo de estudiantes de nutrición preguntaban, en la carpa de Narda Lepes, acerca de las consecuencias negativas de las grasas trans, las trans, en la carpa de Travestis, Transexuales y Transgéneros, explicaban porqué es necesario a nivel nacional derogar los artículos de los Códigos Contravencionales que criminalizan la prostitución, la homosexualidad y el travestismo.

La carpa “Botnia No” casi ya no tenía concurrentes, a pesar del interés que intentaba difundir un ambientalista a quien ya los medios de difusión no visitan ni entrevistan como en otras épocas tan importantes como esta, pero menos politizada.

Cacho Castaña, Jorge Martínez, Carlitos Balá y Katunga cantaban todos a los gritos en la remix de “La Carpa del Amor” reunidos 29 años después, mientras amas de casa del movimiento “Teresa poné la mesa” pregonaban por la baja de la verdura y por la liberación femenina de la cocina hogareña al grito de “Piden pan, no a Leo Dan, piden queso le dan un hueso, y les cortamos el pescuezo…”


El OsCar PaDilla, filólogo, violinista, dramaturgo, estudioso de las ciencias sociales, las ciencias naturales, y las científicas del Conicet, poeta, mentalista y vendedor de choripán, nos contaba: “Expoferia me está salvando, gracias a este kilombete estoy haciendo alguna moneda con la venta de chori. Al fin los debates en diputados y senadores hacen algo por mi…”

Y vos, ¿no trajiste tu carpa a la Plaza Congreso todavía??